La tentación del fracaso
Lo que impedirá –como hasta el momento me lo ha impedido- aquello que se llama “triunfar en la vida” es el carácter dilemático de mi inteligencia que me propone siempre un mayor número de soluciones que las que los problemas exigen sin esclarecerme sobre cual es la que debo adoptar (frase irrespirable). Por esta misma razón mis decisiones adolecen de falta de convicción –como que las tomo casi al azar- y las acciones que originan, de falta de tenacidad. La consecuencia final de este defecto no es la inactividad sino la dispersión.
-Escribir es inventar un autor a la medida de nuestro gusto.
Agosto de 1958
Los que no sienten a la mujer como una potencia extranjera, ingobernable y maléfica; los que no consideran a la sociedad como un círculo erizado de espadas; los que no ven en las cosas más simples –una piedra, un boleto de ómnibus, una mancha del pantalón- el signo de la adversidad, ésos, no sé cómo pueden vivir, pero son sin duda los triunfadores.
Imagen y texto de los diarios del escritor Julio Ramón Ribeyro, quien murió de cáncer cuando acababa de ganar un gran premio de literatura; publicados en ETIQUETA NEGRA. Su diario fue editado hace poco por Seix Barral, con el título La tentación del fracaso.
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