Emigre magazine

Un clásico de la era posmoderna, que por lo visto no es muy conocido en nuestro medio y que vale la pena revisar.

Doble página interior de la edición No.4 de 1986

Con la llegada del computador personal de Apple a mediados de la década de 1980 se generó toda una revolución en la forma de trabajar de los diseñadores gráficos; aunque muchos reaccionaron con escepticismo y desconfianza frente a la nueva herramienta (entre ellos algunos de los que fueron nuestros maestros en la década siguiente), los más jóvenes recibieron entusiastas las nuevas posibilidades de trabajo que planteaba la revolución digital.

En 1984 Rudy VanderLans, un diseñador holandés que vivía en San Francisco, se lanzó a editar, diseñar y publicar la revista EMIGRE, junto a otros dos diseñadores holandeses. La publicación, que comenzó como un espacio para mostrar el trabajo creativo de sus autores y otros artistas, se convirtió, tras la salida de los socios de VanderLans, en un laboratorio de experimentación de diseñadores revolucionarios.

Muestra de la Vista sans

En 1987 VanderLans se asoció con Zuzana Licko, una diseñadora que había trabajado como programadora de computadores, para fundar la empresa Emigre Graphics. No muy contenta con las posibilidades de las fuentes que venían por defecto en el computador, Licko comenzó a trabajar con un programa de edición de fuentes, el Font Editor, para crear nuevas tipografías acordes con la nueva herramienta. Muy pronto, muchos lectores de Emigre comenzaron a experimentar con las tipografías digitales a cuyos resultados la revista sirvió de vitrina. La revista, que tenía un tiraje de 7000 ejemplares, se convirtió en el crisol donde confluían los más entusiastas diseñadores que empezaron a demostrar los alcances de la nueva tecnología, indignando a muchos diseñadores reconocidos, patriarcas del diseño de la era moderna, que llegaron a decir que Emigre era una calamidad nacional para el diseño estadounidense.

La portada de la edición No. 69 de 2005

De la publicación se alcanzaron a editar 69 números muchos de ellos todavía se pueden comprar en su página web, al igual que las fuentes que varios diseñadores amantes de la experimentación han creado y a los que Emigre sirve como comercializadora.