lunes, noviembre 07, 2005

De un petardo tecnócrata y lo impopular de lujo

La semana pasada estuve en Bogotá, en un evento sobre “ética y diseño” (que luego comentaré como es debido) y dentro de los conferencistas se presentó Pablo Arrieta, un arquitecto y diseñador web que según las evidencias es uno de los colombianos que más conoce sobre diseño güe. Debo decir que me pareció un petardo, es un uniandino tan estereotípico!, parece el yuppie convertido a “activista social” que se descresta cuando ve que hay Bogotá más allá de la calle 26.
Eso si, debo admitir que el tipo está muy bien informado sobre el diseño multimedia que se produce en Latinoamérica. Es mas, en su blog XpectroBlog se encuentran muchos y buenos links, con unos comentarios suyos bien técnicos y en un estilo un poco pendejín, al estilo de -no se si exista- un catálogo de Johnson&Johnson: puro lenguaje del amor.

Metido en el blog de don xpectro me encontré con un link bien conocido por los diseñadores colombianos: populardelujo.com. Un sitio que en sus comienzos prometía ser una excelente galería de gráfica popular colombiana, pero que con el tiempo se ha convertido en la vitrina de las loquísimas e irreverentes “intervenciones urbanas” de sus creadores y de otros grupos por el estilo.

Aunque dichas intervenciones no me parece malas, creo “de que”, en la forma como las incluyeron en su página, terminaron confundiendo la pomada con el popo: una cosa es recopilar manifestaciones de expresión y comunicación populares, que como tal son generadas espontánea y casi anónimamente dentro de una sociedad determinada para suplir una necesidad de comunicación puntual (como tantos letreros artesanales del estilo SE BENDE PAPA), y otra cosa muy distinta son las “intervenciones” que sin ningún propósito comunicativo (a lo mucho expresivo), hacen estos colectivos de diseñadores-artistas-locos-irreverentes tomando como código la gráfica del esténcil y otros recursos propios de la verdadera gráfica popular, por ejemplo la saturación de graffitis de bandas imaginarias, que estos señores han hecho en la avenida séptima de Bogotá.

Me parece que el sentido del espacio de populardelujo hubiese servido para seguir divulgando más de las expresiones de cultura popular (cosa que dejaron de hacer desde hace un tiempo), y de alguna forma contribuir al conocimiento y reconocimiento de una cultura gráfica “colombiana” (lo de las comillas es porque precisamente eso de la identidad en la gráfica que hacemos es un tema bien complejo), en vez de, aprovechando un ‘prestigio’ inicial, tomar la cosa como una galería de “nuestras locuritas”, mismas que ya no se soportan.

Una cosa es destacar la importancia del empaque de chocorramo, como hito de la cultura popular y otra encochinar media Bogotá con avisos que no dicen nada y que sólo tienen como gracia el estilo del esténcil y una supuesta irreverencia que no tiene nada que ver con las verdaderas condiciones de la gráfica urbana.

La foto es del profesor Ramiro Viveros

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